En una ladera mexicana en 1531, la Santísima Madre se apareció a Juan Diego para encargarle que construyera una iglesia entre su gente para que ella pudiera conocer sus corazones, mirar sus lágrimas, consolarlos y traerles paz. La Escuela Católica Nuestra señora de Guadalupe se basa en la inspiración narrativa de San Juan Diego al imaginar una comunidad educativa justa, inclusiva y compasiva enfocada en guiar fielmente a cada niño hacia un futuro lleno de gran esperanza y prosperidad. Impulsada por un mundo necesitado de cambio transformacional, la Escuela Católica Nuestra Señora de Guadalupe humildemente acepta el encargo de nutrir a la próxima generación de santos y discípulos en llamas con el Espíritu Santo y viviendo la misión de misericordia y compasión de María.